Jesús, amigo y compañero de mi ruta
(Tú, el que nunca falta, el que de mi lado nunca se fue, el que conoce todo por lo que he llorado, el que sabe como he vivido; Tú Señor, el que muchas veces me cargaste)
que has querido invitarme a esta gran aventura
(Que un día inesperado, creyendo que iba a ser como todos los otros, Tú que me elegiste de entre muchos, que me elegiste con todas mis fallas. Un día me tendiste tu mano por medio de otro hermano;
coo hiciste con los apóstoles: "Llamo a los que el quiso que estuvieran con Él")
de una vida nueva de Estilo y Distinción
(Y allí prendió la chispa. Y todo empezó a tener un misterio nuevo y un rostro hermoso, porque todo
estaba habitado por la presencia eterna de Dios. Y encontré que todos eran mis hermanos, que me estaban esperando con su cariño, y también con mi perdón)
aquí vengo a decirte que hoy más que nunca
(Como aquel día en que me llamaste, como aquel día que viví tardes enteras de comunidad un sábado con mi comunidad, como aquel día cuando hice mi estilo, como aquel día en que viví experiencias para toda mi vida en campamentos, convivencias...)
estoy dispuesto a marchar junto a Tí.
(y entregarme todo a vos, porque dando mi vida es la forma por la cual yo la puedo ganar)
Lucharemos juntos,
(y no nos daremos por vencido)
sufriremos juntos,
(para que la chispa no se apague)
gozaremos juntos,
(cuando me encuentre con mis hermanos en el Sagrario)
Amén.
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